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Cuántas veces hemos oído que el retractilado de los barcos es sólo para aquellos que son nuevos de fábrica o para casos especiales donde el barco será almacenado por mucho tiempo. Sin embargo, también se puede aplicar a los barcos que están a flote en un amarre.

Un retractilado de plástico

Un retractilado de plástico puede evitarnos problemas con la lluvia, los rayos ultravioletas del sol y la suciedad. Además en caso de invernaje, el mismo puede proteger a la embarcación durante la temporada invernal ahorrándonos cientos de euros en reparaciones.

Una embarcación que no fue protegida durante el invierno, al empezar la temporada de navegación puede tener quemaduras debido a los rayos del sol, además que los cabos se desgastan al estar a la intemperie y es posible que haya que limpiar las manchas de óxido que se producen por la lluvia.

Este tipo de daños puede terminar costando cientos o miles de euros, por lo cual ahorrando dinero en el retractilado de su barco puede terminar por costarle una fortuna.

Procedimiento

El procedimiento consiste en colocar una lámina de plástico cubriendo el barco. Sin embargo, antes de realizar esto debemos asegurarnos que el barco se encuentre limpio y sin agua acumulada. Además hay que asegurarnos que las velas se encuentran recogidas, las baterías recargadas y el motor listo para el procedimiento de invernaje. Cualquier cosa que pueda entrometerse en el proceso de retractilado debe ser retirado o tratado adecuadamente.

Si bien este proceso puede resultar sencillo de seguir, la realidad es que puede demorarnos muchas horas si no contamos con la experiencia suficiente. Por ejemplo, la lámina de plástico se puede comprar en distintos tamaños y colores con lo cuál habrá que analizar cuál es la más conveniente para nuestra embarcación dependiendo además, de la ubicación en la que nos encontremos (ya que hay toldos para cada tipo temperatura y condiciones). Además si el barco es de gran eslora es probable que haya que añadir un montaje para que no se embolse agua.

Otro detalle consiste en realizar diminutas aberturas en ciertas zonas por las cuales no debe pasar la lluvia pero sí cumplir con la función de ventilarnos el interior del barco. Esto es para evitar la humedad que se produce por estar encerrado y que hace que el aire se condense.

Una buena alternativa es acudir a profesionales que cuenten con la experiencia y los equipos necesarios para no tener inconvenientes.

Si bien es cierto que de elegir esta opción, no sólo deberá contratar a una empresa si no además sumarle el costo del toldo, recuerde que invirtiendo un poco en la protección de su barco terminará resultándole muchísimo más barato que los costos por reparación.

Una vez que la temporada comience nuevamente, lo único que resta hacer es retirar el plástico, lo cual debe hacerse con mucho cuidado para no cortarlo y que pueda serviros la temporada siguiente. Y en el caso que se haya montado una estructura con tubos, esta debe ser retirada. Luego de haber realizado este procedimiento, ya tendremos nuestra embarcación en perfectas condiciones para navegar.